SANTIAGO DE CALI

Si estás planeando tu viaje a Colombia, seguramente te habrás planteado la opción de ir a Bogotá o a Medellín, pues son las más famosas, y por tanto, las más visitadas por los turistas. Pero nunca debemos limitarnos a una sola ciudad, porque no sólo las capitales o ciudades más grandes tienen atractivos turísticos que ofrecer.
En este artículo vamos a hablar de otra ciudad, menos conocida que las dos anteriores, pero que también merece la pena visitar. Así que sigue leyendo porque igual cambias de opinión a última hora, y decides ir a Santiago de Cali en vez de estar en Medellín o en Bogotá.
Viajar a Colombia es una decisión acertada, independientemente de la época del año. Porque tiene toda clase de actividades para sus turistas: desde una amplia gama de oferta cultural, hasta una extraordinaria gastronomía. Pero si quieres conocer más en profundidad las ciudades de Colombia, sigue leyendo, porque hoy vamos a hablar de una de ellas, la tercera con más población del país. Estamos hablando de Cali.
Una ciudad rural
Santiago de Cali está situada en la parte este del país, a unos pocos kilómetros de la costa. También se suele denominar sin la primera parte del nombre, Cali, y está ubicada más concretamente en el departamento del Valle del Cauca. Además está considerada como una de las ciudades más antiguas de América, puesto que su fundación data del siglo XVI de la mano del español Sebastián Moyano (o Sebastián de Belalcázar).
Al ser la tercera ciudad más poblada de Colombia, podemos imaginarnos que es una gran urbe en su camino por ser cosmopolita. Sí, tiene algo de eso, pero al estar también rodeada de varias montañas está considerada como una ciudad rural. Y es cierto, ya que algunos de sus mayores atractivos turísticos tienen que ver con la naturaleza, y las reservas naturales.
Cuando vayas a Santiago de Cali, tienes que visitar alguna de estas cosas que te recomendamos a continuación. En primer lugar, los Farallones de Cali. Así, con solo escucharlo, puede sonar un poco raro, pero realmente son unas montañas naturales de roca, que tienen una altura considerable. Así que ponte las zapatillas cómodas, y echa a andar. ¿Qué tiene de especial hacer esta actividad? Pues que tienen las mejores mejores vistas de la región. El amanecer o el atardecer, es decir, las horas mágicas, vistas desde los Farallones de Cali puede llegar a ser una experiencia única.
Si lo que te va es precisamente eso, ver los paisajes naturales, tampoco puedes dejar de visitar la Reserva de Anahuac de Cali, a pocos kilómetros del centro, donde podrás recorrer la naturaleza tanto a pie, como en jeep, si lo prefieres. Es una oportunidad única para fortalecer los lazos con la madre tierra, así que intenta aprovechar esta vivencia.
Si por el contrario, estás cansado de andar y deseas hacer algo más tranquilo, puedes recorrer el centro de la ciudad. Sus calles tienen mucho interés, y hay edificios que merece la pena visitar. Es el caso de La Ermita, también conocida como Ermita de Nuestra Señora de la Soledad del Río. Es del siglo XVII, aunque gran parte fue remodelada allá por el siglo XX. Aunque es bastante pequeña, recibe gran cantidad de turistas al año, sobre todo católicos devotos. También turistas que van a verla y no tienen nada que ver con la religión, por supuesto, y que están interesados en el arte, pues es de aquellas iglesias americanas que tienen un estilo muy especial, inspiradas en las antiguas catedrales germanas. Este tipo de arte en América del sur es de lo más visitado, así que vive una experiencia única en esta parte del mundo.
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